El esquema para estructurar la actividad que nosotras aquí proponemos, es resultado de los Encuentros Pensar Pradillo que realizamos en mayo de 2017, con el entorno que ha rodeado al TEATRO PRADILLO, para debatir las necesidades e intereses de los que a nuestro ver, en última instancia, han de ser los beneficiarios y depositarios de la corresponsabilidad tangencial creativa de una entidad con estas características.

De ese pensar en compañía surgió el contraste del cómo gestionar la gobernanza de la situación a nivel comisariado y decisiones éticas y estéticas (y económicas) derivadas y la colisión o amalgama de puntos de vista nos permitió posicionarnos (encontrar nuestro lugar) con respecto al conjunto. El TEATRO PRADILLO no puede (ni debe) concebirse sin su contexto; su contexto histórico (un largo recorrido en el tiempo), su contexto geográfico (un espacio en el Barrio Prosperidad), su contexto como aglutinador de agentes de la vanguardia teatral y coreográfica (un tiempo y un espacio claramente anidados) y su contexto administrativo (un tiempo y espacio con obligaciones y responsabilidades adquiridas).

Este cúmulo de expectativas, ilusiones y compromisos colaterales hace que el TEATRO PRADILLO sea mucho más que el TEATRO PRADILLO y nos colocó como Equipo Pradillo en la condición de dinamizadoras de una realidad compleja, que involucra a mucha gente, con la que hemos de compartir la tarea de reforzar su misión (visión) como agente catalizador, promotor, dinamizador y agitador de las artes escénicas multidisciplinares (ARTES VIVAS).